Crecimos con los poemas de Vallejo y Neruda,

con el cantar de Víctor Jara y Violeta Parra, del Jilguero del Huascarán y Serafina Quinteras 

escuchando a Los Jaivas y El Polen,

a Patricio Manss y Manuel Acosta Ojeda.

al Inti Illimani y Quilapayun, a Vientos del Pueblo y Alturas...

Nos emociona saber que José María Arguedas y Margot Loyola se conocieron para hablar de nuestras músicas,

nos conmueve la sabiduría, las lecciones de amor, la defensa de la tierra de nuestros hermanos quechuas, collas y mapuches,

nos llena de orgullo el ejemplo de lucha libertaria de Lautaro y Túpac Amaru.

Nos identificamos con los sueños de Salvador Allende y las tesis de José Carlos Mariátegui, y como ellos,

con las esperanzas de quienes luchan por un mañana más bello y justo para nuestros pueblos.

Vibramos junto a los que cantan para alegrar el alma

y junto a los que denuncian a voz abierta a los traficantes de la confianza deposita.

Quena, Zicu, Antara, Guitarra, Charango, Waqra,

Cajón, Pifilka, Kultrúm, Trutruca, Kull Kull, Guitarrón...

Poesías en prosa o en verso, en cuarteta o décima.

Cantos ceremoniales, huaynos, valses,

cuecas, polkas, marineras, zamacuecas, carnavales…

…hoy más que nunca las escuchamos cantando esperanzas, desterrando la irresponsabilidad y el egoísmo de quienes no entendieron jamás el sentir de la patria grande.

Por estas razones,

por las que tenemos el deber de construir,

haya lo que haya por decir...

Empuñamos la hermandad, desde el norte hasta el sur…

(Jinre Guevara Díaz)