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MOVADEF y las detenciones

Publicado: 2014-04-10

Por: Jinre.

El día de ayer miércoles 9 de Abril fueron detenidas en varias regiones del Perú un grupo de más de veintitrés personas activistas pertenecientes al grupo denominado MOVADEF (Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales). Los cargos que se les imputan según declaraciones del propio presidente Ollanta Humala son: “Presuntos autores de los delitos de Terrorismo y, Financiamiento del Terrorismo a través del Narcotráfico”.

Ante lo ocurrido deseamos manifestar que:

-El Movadef es una agrupación que desde hace años ha estado actuando y viene manifestando públicamente sus propuestas y posición política, es decir, no actúa clandestinamente.

-Hasta donde sabemos, en los últimos años, las personas que han sido detenidas vienen actuando y desarrollando su vida social y personal abiertamente, en forma pública, incluso, algunos de ellos han brindando entrevistas en medios de comunicación de señal abierta, es decir, no son personas que hayan estado actuando en calidad de prófugos de la justicia, reos contumaces, o en la clandestinidad. Adicionalmente, quienes han purgado cárcel y han cumplido con su condena, les asiste el derecho de reintegrarse a la vida social y legal como todo ciudadano.

-Podemos o no estar de acuerdo con el actuar y con las tesis del MOVADEF (en lo personal no concuerdo con sus postulados y con la forma de conducirse) pero en un sistema que se reclama democrático, no deberíamos coaccionar o perseguir a personas por manifestar su posición política dentro del marco de la Ley.

-Sabido es que el MOVADEF ha solicitado incluso inscribirse en la ONPE y de este modo tentar su participación en elecciones democráticas, es decir, por la vía legal.

-Si los presuntos delitos por los que se ha detenido a estas personas son ciertos y se logran confirmar en procesos judiciales que revistan las garantías amparadas en la Ley, desde luego que tienen que ser juzgados y condenados, como cualquier otra persona a quien se le pruebe objetivamente acciones terroristas (sabotaje, asesinatos, secuestros, etc.), o por vinculación con el narcotráfico (incluso a Alan García quien liberó arbitrariamente a narcotraficantes a cambio de supuestos pagos de 10,000 dólares por año conmutado), de otro modo, no sería justa detención alguna. Sería penoso que estas detenciones tengan como propósito aumentar la popularidad del presidente, tan deteriorada y venida a menos según las encuestas realizadas por encargo de los grandes medios de comunicación.

-Debemos recordar que una de las formas de empujar a grupos humanos a la violencia y la clandestinidad, es sin duda, no brindándoles la oportunidad para expresarse y participar de la vida política del país como cualquier otro ciudadano, precisamos, dentro del marco de la ley. Nuestra clase política y nuestra sociedad debería saberlo. Debemos aprender de los errores del pasado. Lamentablemente, hoy mismo esa intolerancia se sigue practicando en muchos partidos y en los medios de comunicación; considero que de ese modo, como sociedad, nos hacemos el “harakiri”.

-Si nos consideramos un país democrático y nos sentimos seguros de defender el sistema que nos rige, pues deberíamos tener la capacidad de hacerle frente al debate político contra cualquier agrupación que ingrese a la vía legal, de esta forma, no sólo haríamos práctica democrática en su más amplio sentido, sino y por sobretodo, sabríamos con quiénes nos confrontamos y tendríamos identificado a nuestros eventuales adversarios; en suma, tendríamos las cartas abiertas sobre la mesa.

-Un sistema democrático debe hacer suyo hasta el final y hacer tangible uno de sus máximos postulados: “no estoy de acuerdo con tus ideas, pero daré mi vida para que sean escuchadas”.

-Esperamos que las últimas detenciones realizadas no sean producto de una asonada política-mediática con la finalidad de lavar la cara al actual gobierno para dar una buena imagen, valiéndose de los recuerdos y terribles hechos que sufrimos en los momentos de más elevada violencia política armada en nuestro país.

-El Movadef, nos guste o no, ha expuesto su posición públicamente a la sociedad, está en nosotros decidir si la consideramos democráticamente viable o no.

-Creemos que nadie debe ser detenido por pensar distinto o por luchar por lo que cree, dentro de los causes democráticos (dentro del marco de la ley), por lo tanto, una detención bajo estas circunstancias, deriva en arbitraria y denotaría un abuso de poder que a la larga podría avivar sentimientos de rebeldía y empujar a las personas que se sienten afectadas a tomar medidas extremas.

Finalmente, y como señalé líneas arriba, deseo precisar que en lo personal no concuerdo con los postulados teóricos y la actual forma de conducirse del Movadef. Sólo por mencionar algunos aspectos, considero que negar, hacer oídos sordos o describir con torpes eufemismos a los graves delitos y crímenes cometidos contra miles de personas inocentes (niños y adultos) constituye una extrema irresponsabilidad e insensatez. No estoy de acuerdo con el fresco argumento que todo ello se justificó porque se trató de una guerra y “porque que en toda guerra mueren inocentes”; la indolencia es vergonzante con este tipo de posiciones. Sí, en toda guerra hay bajas, cierto, pero en una guerra confrontacional; pero el acto deleznable de romper la cabeza de decenas de campesinos a culatazos, violar docenas de mujeres como medida de castigo aleccionador, matar a machetazos a decenas de campesinos inocentes para darles un “escarmiento” político, entre los cuales habían decenas de niños, además de mujeres y varones que trabajaban la tierra, no tiene justificación alguna, mucho menos, bajo supuestos ideales de justicia y defensa de los más pobres, o por la búsqueda de una “sociedad más justa y de nueva democracia”. Estos actos constituyen sencillamente crímenes, asesinatos dolorosos e incomprensibles de la más baja condición moral y no resisten ningún análisis racional.

En lo personal, me reafirmo en forma indeclinable por la búsqueda de justicia social para nuestra patria, y en ella, repito, reafirmo mis ideales, con la mayor amplitud y cuando sea necesario: ‘enmendando el error y salvando al compañero’. Pero esa búsqueda no incluirá jamás atentar contra los carenciados y desposeídos de este mundo, contra esas masas por las que decimos luchar. Adicionalmente, a contraposición, lamento que para buscar la tan ansiada justicia social, en dicho movimiento sigan recurriendo a consignas rígidas, gastadas y parametradas, asumidas por sus líderes convertidos en los “nuevos tigres de papel” de estos tiempos, quienes uniformizan discursos, ademanes y personas, mostrándolos como autómatas. Lamento que 'la critica y autocritica' (método científico marxista por excelencia) no se haya asumido con valentía, sin demagogia, y sin pretender pasar por agua tibia lo ardiente de nuestra historia reciente. Lamento sobretodo, que muchos jóvenes repitan aún los argumentos insostenibles de viejos voceros que evidencian constantemente un deficiente nivel para resistir un debate de nuevo tipo. Lamento que no se destierre el “orden viejo” que todavía subsiste en dicha organización y que condujo a tantos serios errores. Lamento que el argumento irracional para desvirtuar una critica sensata sea siempre el apelativo de “revisionista”. Critico que no hayan renovado sus discursos y accionar con la juventud, que no hayan dado paso a la rebeldía intrínseca que poseen, tan necesaria para construir un nuevo futuro, más justo, digno, solidario, democrático, en suma, más bello.

Desde el lado del corazón.


Escrito por

Jinresocialarte

Hijo de padres, abuelos y bisabuelos Cajamarquinos, bella tierra norteña que llevo en la mente y el corazón, junto a la patria toda.


Publicado en

Jinre

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