Por: Jinre. 

Creer que un país se desarrolla con sólo exportar piedras (oro) entusiasmados porque los precios internacionales de este mineral se ha mantenido elevado por buen tiempo, o porque exportamos pisco y espárragos, sin haber creado a cambio ninguna industria, ninguna fuente de riqueza duradera en el tiempo, es como creer que "la gallina de los huevos de oro" no morirá nunca. Esto constituye el "ABC" de la Economía.

Ante esta realidad, vamos confirmando que a los grandes empresarios y a 'sus gobernantes' de turno (Fujimori, Toledo, Alan y Ollanta) no les interesa mucho el desarrollo del país, lo que más les preocupa, es el 'negocio inmediato'. Al final, resultan siendo tan ignorantes en economía, como ambiciosos empedernidos al mismo tiempo.

En los últimos años, escuché decir muchas veces a empresarios y periodistas: "el crecimiento del país se ve por todas partes", refiriéndose a ciertos aspectos "cosméticos" de la economía. Lo que no desean entender, es que el desarrollo de un país no se traduce en la cantidad de "Malls", "Mega Centros Comerciales", "Larco Mar", "Mega Plazas", y más etcéteras, que puedan construirse. El crecimiento de un país sólo se puede palpar con objetividad si sus cifras se traducen en una sustancial mejora de su infraestructura educativa, de la salud; si mejoran los niveles de alimentación de la población; si logramos vencer la indigencia infantil y adulta; si mejora nuestro nivel educativo en los estudiantes y profesores; si invertimos en investigación y en cultura; si la atención a los pacientes en los hospitales da un salto cualitativo y ya no dejamos a las personas abandonadas en los pasadizos por falta de camas y de calidad en los servicios médicos; si logramos derrotar la inseguridad y criminalidad ciudadana; si se combate la corrupción de manera efectiva en todos los campos sociales; si las leyes se aplican para todos y no sólo a unos cuántos; si nuestra población tiende a leer más; si mejoramos como sociedad nuestra capacidad de admirar las expresiones artísticas clásicas y modernas; si como sociedad somos menos consumidores de farándula; si logramos crear una seria conciencia de respeto al medio ambiente, al cuidado del agua; si logramos ver con respeto a todos los peruanos en cualquier rincón del país; si logramos crear industrias transformadoras amigables con el ecosistema, que generen trabajo, riqueza permanente y sustentable en el tiempo; si los trabajadores pueden sentir que el fruto del crecimiento se refleja en su sobre y en la mejora de su calidad de vida y no sólo en las cifras antipáticas de orden macroeconómico y en las cuentas corrientes de las grandes empresas.

Les doy la última noticia: el reciente reporte del INEI revela que el Perú ha crecido sólo un 2% en el mes de Abril 2014 (*). La cifra más baja de los últimos tiempos.

¿Sorpresa? Claro que no. Y es que ningún país debería ufanarse de andar bien si ha basado fundamentalmente su "crecimiento" en la exportación casi exclusiva de materias primas. Actualmente, los precios internacionales del oro han bajado y esta es la consecuencia. ¿No lo sabían los grandes doctores en economía que tenemos? Claro que sí, pero se comprueba una vez más: poco les interesa la economía del país, en todo caso, les importa más sus intereses, vender y ganar más mientras puedan. Más que economistas, tenemos vendedores y especialistas en marketing.

Finalmente, "La gran transformación" nunca llegó. Tal vez era la oportunidad para generar un cambio en la visión usurera y resultadista de la economía peruana que ha imperado en los últimos tiempos. Hoy podemos confirmarlo, para estos señores, el Perú importa menos que sus negocios particulares.

(*) http://laprensa.pe/economia/noticia-pbi-crecimiento-economico-peru-mineria-construccion-27178