Por: Jinre.

Si canto un huayno cajamarquino, si digo admirar la música tradicional creada por los campesinos de la tierra de mis padres, si sostengo que me conmueve la música tradicional de mi patria, no puedo de ninguna manera estar ajeno a sus problemas, a las injusticias que aquejan a los habitantes de nuestras provincias, eso para mí seria ser un músico frívolo, ajeno a lo sustancial de la vida de mi patria; me haría sentir un músico falto de condolencia, sin compromiso. ¿De qué vale sostener que admiramos la música tradicional de nuestros pueblos si no tomamos en cuenta la vida de los miles de campesinos, de paisanos nuestros que están junto a cada una de esas canciones, danzas y melodías que han sido creadas precisamente por esos músicos que son al mismo tiempo trabajadores de la tierra, campesinos, obreros del campo, de ciudad, desde tiempos inmemoriales? 

Por lo expuesto, hoy no puedo dejar de expresar mi indignación una vez más por lo que viene sucediendo en Cajamarca. La contaminación de sus ríos y pastizales significa la muerte de toda forma de vida en el campo, y eso es lo que está ocurriendo precisamente por culpa de la acción de la gran minería a cargo de la norteamericana Yanacocha.

El día de ayer han metido preso a su presidente regional y una de las figuras notorias en la lucha por la defensa del agua en esta región. Todo esto es preocupante pues el señor Gregorio Santos ha cumplido con acudir a todas las citaciones judiciales a las que ha sido requerido en estos últimos años, no obstante - en víspera de unas elecciones- hoy se le dicta prisión preventiva cuando no se dan las condiciones judiciales para dicha medida.

De los ocho candidatos a la presidencia regional de Cajamarca, el único que se opone a la depredación del ecosistema por parte de la minera Yanacocha, es el Sr. Santos, los otros siete candidatos, ya han expresado abiertamente su total adhesión y apoyo a la actividad de la gran minería. Esto no es una casualidad y sin duda tiene el objetivo de acallar a un dirigente – rondero, profesor y posterior Presidente Regional- que lo que ha hecho es sumarse a la indignación de la mayoría del pueblo cajamarquino que se opone a la muerte de sus ríos, lagunas, campiñas, es decir, a la muerte de sus habitantes.

La verdad me sorprende la ausencia de solidaridad en estos momentos. Me llama la atención que incluso los compañeros del Frente Amplio no se hayan pronunciado oficialmente al respecto y no den cuenta de esta medida arbitraria claramente ajustada a los intereses de la gran minería.

Sin duda, soy partidario que ante ilegalidades comprobadas en juicios formales se debe sancionar a los responsables, pero eso, debería ser con todos y no sólo con quienes el Estado considera que son sus "enemigos". Por lo pronto, en este caso, no se han dado los presupuestos judiciales para dicha detención, tal como lo han señalado incluso algunos especialistas del IDL.

Las últimas medidas dictadas por el gobierno de turno - "el Castillazo" - relajan los controles ambientales para que las empresas extractivas actúen con menos rigurosidad, es decir, con mayor impunidad de lo que han venido actuando hasta hoy, y esto no lo podemos permitir. Ojalá no hablemos en breve de un "Cajamarcazo".

Desde mi condición de músico, considero que si un artista dice comprometer su trabajo con la música tradicional de su patria, no puede entonces ser ajeno al dolor e injusticias de su gente, de las personas que forjan precisamente esa tradición. Caso contrario, será sólo un ‘tocador’, un instrumentista, un bailarín más, lejos de llamarse: Artista. Es mi sentir.

Solidaridad con el pueblo cajamarquino.