Con sinceridad, espero algún día podamos cambiar esta palabra con la cual se han expresado no sólo bellos estudios relacionados al saber tradicional, popular y anónimo de los pueblos del mundo, sino también, se han expresado desprecios y ha servido para irónicamente discriminar, excluir y diferenciar a determinados grupos humanos de otros, como si fuesen de categoría diferente o por debajo de las consideraciones de lo "oficialmente aceptado”. Ojalá recreemos otro concepto sin estos sesgos; uno que responda a nuestras necesidades actuales. 

¿Qué habrá pensado William John Thoms y la sociedad de su época en la Inglaterra de 1846 “del saber” de estos pueblos a quienes circunscribió dentro de la palabra Folklore?, ¿habrán reflexionado con admiración?, ¿los habrán imaginado como pueblos casi "bárbaros"?, o los habrán valorado como otros que hoy mismo en la moderna Europa ven a esta parte del mundo con cierta mirada de arriba hacia abajo y sin igualdad ante las leyes que nos gobiernan. Quién sabe. (Aquí me acordé del avión secuestrado en Europa hace poco del presidente de Bolivia Evo Morales Ayma)

No obstante lo descrito, son muchas las personas que han trabajado todos estos años con admirable responsabilidad en el estudio de las diferentes culturas del mundo, afirmando el derecho a la cultura propia de cada pueblo como un valor humano inalienable, valiosas reflexiones que nos invitan a conocer y respetar los conocimientos heredados por tradición oral, por la afirmación de un mundo pluricultural, con respeto a las diferencias con las que habitamos y convivimos.

A todos ellos... Un feliz día internacional del "folclore".