A estas alturas, hace a penas poco más de una semana de tu anuncio como pre candidata del FA, pensábamos: cómo ha causado sobresaltos e intranquilidad tu presencia, tu inteligencia, coherencia y valentía en algunos sectores afines al gran poder económico y mediático, y por que no decirlo, a los vinculados a la corrupción de nuestro país, apreciada Verónika Mendoza.

Sí pues, hay que ser valiente en verdad para asumir el reto de "tirarse a una piscina cargada de pirañas políticas" para desde ahí dar la pelea por un país más justo.

Creo, que a pesar de las bajezas, de todo lo que hemos leído y escuchado, de los adjetivos injustos, en el fondo, todo eso es una buena señal... avanzamos.

Si hay cosas que generan temor en un ambiente político como el nuestro, esas son la personalidad que irradia serenidad, transparencia, sencillez (no confundir con humildad), perfil bajo, sinceridad, pero además, cargados de inteligencia y valentía; las personas que se conducen en la vida sin poses, ni altisonancia, sin el discurso sobre actuado, sin ademanes figureteros, sin el Manual de Oratoria bajo el brazo y a tiempo completo que sólo busca agradar a la tribuna, serán temidas siempre por los débiles de espíritu y traficantes de la palabra, más en un medio donde casi nos hemos acostumbrado a elegir entre demagogos y calumniadores.

Siento que tu presencia ya le hizo bien a nuestra escena política, a nuestro país, ella la llena de un aire renovador, armado de juventud y sensibilidad, distinto en su comunicación respetuosa con la gente; sería un lujo tenerte como la primera mujer presidente del Perú.

Ojalá sea posible.