Si eres de los millones de peruanos que se siente decepcionado porque ven una y otra vez a los mismos políticos y demagogos de siempre presentándose como salvadores, cuando estos sólo representan el continuismo, la corrupción, el crimen y la conducta antidemocrática de las últimas décadas, es bueno saber que sí hay una esperanza y esta surge con una admirable mujer peruana de elevado nivel intelectual, muy estudiosa y de elogiable sensibilidad para tratar los temas nacionales; una política de trayectoria limpia y coherente que no se anda con poses y falsos discursos para agradar a ninguna tribuna.

Verónika Mendoza no sólo representa un esperanzadora renovación, sin duda alguna, exhibe destacados  méritos y además una innegable valentía para afrontar este reto, constituyéndose en una excepción en el espectro electoral para hacer de nuestra patria un espacio donde la decencia, la ética y la moral también sean pilares en nuestra política peruana. 

No estamos condenados a votar por los mismos de siempre, por esos que llevaron a nuestra patria al espacio de corrupción, incultura, muerte, contaminación, ilegalidad e insensibilidad que hoy tenemos. 

Verónika Mendoza destaca hoy sin duda alguna por su admirable inteligencia y compromiso para hacer política pensando en un país moderno y digno, pero sobretodo, donde se respete antes que nada al ser humano, algo  que hemos perdido por culpa de los mismos políticos vividores de siempre. Cambiemos de una vez. Nuestra patria merece mejores tiempos.

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