Sólo en el Perú deben ocurrir estas cosas. Periodistas avejentados y otros no tanto, pero con igual maña y sin empacho, se auto proclaman defensores de la objetividad, de la imparcialidad, paladines del análisis político, de la libertad de expresión, y sin embargo, tienen el cuajo de mostrarse bien sueltos de huesos, con frescura, conduciendo un espacio radial denominado “Diálogos con PPK”.

Y lo han hecho con quién?, pues ni más ni menos que con un candidato a la presidencia cuyo “partido” lleva las mismas siglas de su propio nombre “PPK”, transmitido por una famosa emisora radial de similar fonética: “RPP” – ¿o acaso significará “Radio Pedro Pablo”? –

Un programa que es la muestra clara de lo que significa la propaganda política y parcialidad disfrazada de “objetividad”, o sea, una especie de lobbismo periodístico que invita a pensar en el descaro.

Son los mismos periodistas que hablan cada mañana y sin descanso por un “Perú moderno, sin corrupción, limpio, democrático”, si hasta me conmueven.

PPK, sí, el mismo que ha sido ministro de economía y primer ministro en casi todos los gobiernos que han antecedido, o sea, un directo responsable de las políticas con que nos han gobernado; PPK, el mismo que ahora dice que hará lo que nunca antes propuso e hizo cuando fue ministro; PPK, el que realizó negocios particulares con transnacionales valiéndose de su cargo de ministro (lobbistas, le dicen), anteponiendo sus intereses personales y empresariales a los del Estado peruano.

“Pero… cuéntanos Pedro Pablo… qué nos tienes para hoy”, es lo que le suelen decir cada mañana estos periodistas, con esa confianza tan estrecha y apretada como una 'billetera bien gorda de dinero' (sólo es una metáfora)

Hasta cuándo tocaremos fondo.