Un niño de ocho años
Un niño de ocho años, un angelito inocente como tu hijo o el mío corre asustado al ver cómo a su alrededor caen al suelo varios adultos que él conoce, todos bañados en sangre.
El niñito no entiende. Él no sabe de maldad.
El angelito ve a un señor, lo busca y lo abraza para aliviar su miedo.
Aquel señor tenía el rostro descubierto y a pesar que el pequeñito lo abrazó buscando consuelo, no se conmueve y le asesta un tiro, matando al angelito.
Los verdugos encapuchados se retiran del lugar dejando atrás 16 muertos, entre ellos, al niño de ocho años.
Al poco tiempo, los encapuchados y aquel hombre de rostro descubierto, reciben la felicitación de parte del presidente de la república del Perú, por su “acción distinguida”.
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(Tomado de la declaración de un agente del Grupo Colina en el juicio a Alberto Fujimori por la matanza de Barrios Altos. Hoy se cumplen 24 años)