Sucedió un cinco de abril

y no es posible olvidar,

tampoco justificar,

a un ladrón, a un tipo vil...

A las muertes con fusil

de jóvenes estudiantes,

a los robos insultantes

de las arcas del Estado

y tanto «cupo» cobrado,

a los narcotraficantes.

A la prensa denigrante:

«La yuca», «El bacán», «El chino»,

de contenido dañino

y noticias aberrantes.

Y para no ser pensante:

«El men», «La chuchi», «El rocoto»,

todos publicando un «poto»

a diario como portada...

Y muchos sin decir nada,

sólo entregaban su voto.

Si hasta causaba alborozo 

ver la axila de un «tontón»

lamida en televisión

por obra de «Laura Bozo».

Lo inculto causaba gozo,

los noticieros hablaban

de «vírgenes que lloraban»,

los «talk shows» proliferaron,

«siki-siki» nos clavaron,

mientras desde el SIN, robaban.

Traficaron con fusiles

para ganar «comisiones»

y compraron con millones

varios canales serviles.

También llevaron por miles

cocaína en el avión

del presidente bribón

y el buque de La Marina...

Ay... ¡La gente no escatima!

casi perdió la razón.

Víctor y Rosa robaron

donaciones por millones,

y como viles ladrones

hasta Japón se fugaron.

Por eso es que se llevaron

a Susana Higuchi al SIN,

donde el “chino” - cruel y ruin -

ordenó que la encerraran

y también la torturaran,

con una maldad sin fin.

«Barrios Altos» nos espanta

con un niño asesinado,

mientras a otros secuestrados

los mataban en «El Santa».

Quien tanta inmundicia aguanta

ya no tiene corazón...

y encima, ¡fugó al Japón!

¡Y a "senador" postuló!

luego, ¡Por fax renunció!

¿«Chino... chino»? ¡Sí, huevón!

(*)

Del libro: «Por no quedarme callado». 2018.

#FujimoriNuncaMás