Que sólo la LEY sea tu carga, Susana

Susana aceptó que una mafia financie su campaña para combatir a otra mafia, y por qué no decirlo, también a una gran prensa y personas que obstruyeron su accionar, incluso, desde antes que asuma la alcaldía.  Hoy Susana es la demostración de que todos somos susceptibles de cometer gruesos errores que se pueden transformar en delitos. Tanto en la vida como en la política, «comer sapos», (para bien o para mal) parece ser un paradero en el que alguna vez, todos bajamos.

Susana Villarán fue asesora de la Municipalidad de Lima de 1983 a 1985 en la gestión de Alfonso Barrantes. Fue ministra de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano. Creó el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual y promovió campañas para combatir los problemas sociales. Fue la primera Defensora de la Policía Nacional. Fue miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Fue Vicepresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El 2008, fue elegida miembro del Comité de Derechos del niño de las Naciones Unidas.

Como alcaldesa, sus acciones fueron inclusivas y realizadas fundamentalmente en Asentamientos Humanos y barrios populosos. En cultura, su gestión no tiene parangón con ninguna otra, creando por primera vez la política municipal de «Cultura viva comunitaria». La gestión de Villarán construyó 4 nuevos Hospitales de la Solidaridad; 250 escaleras en los cerros y con señalizaciones, incluso, para ciegos; hizo 30 losas deportivas y fueron plantados más de 150 mil árboles en la ciudad. Inició la Reforma del Transporte de la que queda el buen ejemplo del «Corredor azul», en las avenidas Tacna, Garcilazo y Arequipa, enfrentándose a mafias que nunca nadie antes combatió. Presentó el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano Lima 2035, para un crecimiento ordenado a futuro de la ciudad de Lima. No obstante, su gestión fue objeto de denuncias por malos manejos de algunos de sus altos funcionarios, sobretodo, en contratos de construcción así como en concesiones de peajes.

Villarán, por su formación, se caracterizó siempre por estar en contra de regímenes autoritarios, por trabajar en Defensa de los Derechos Humanos y con sectores vulnerables de la sociedad peruana. Su trayectoria, así lo demuestra.

En mi sentir, evidenció su primera gruesa contradicción cuando decidió formar parte de la plancha presidencial de Daniel Urresti, ex militar que en ese momento enfrentaba un juicio por violación sexual contra una mujer de origen campesino. Incomprensible.

Hoy Susana afronta serias denuncias que constituyen delitos al haber aceptado financiamientos para sus campañas por parte de la empresa Odebrecht, siendo alcaldesa de Lima. En las últimas horas, ha reconocido su actuación y responsabilidad. Las investigaciones podrían llevarla a una condena mínima de veintidós (22) años de cárcel.

Es deber de un político que comete delitos, afrontarlos y asumir las consecuencias de sus actos. Susana, lo viene haciendo, y junto con la carga de ilegalidades que ha cometido, es seguro que también pesan en su conciencia la decepción que sabe ha causado a muchos que la apoyamos en su momento.

Que la Ley sea tu carga más pesada, Susana, y no los miserables defensores de ladrones y asesinos 'que se meten un tiro en la cabeza' para evadir la justicia. Sólo la Ley, Susana, y no los ridículos que se creen «más izquierdistas que nadie», quienes junto con los ladrones de derecha, pretenden mofarse de tu situación, mostrándose como «autoridades morales».